LA TASCA
SUPREMA
Ubicados en la calle Argensola de Madrid, somos una tasca con historia que transporta al pasado con cada plato, manteniendo intacta la esencia de la tradición
La Tasca Suprema, un local centenario en el corazón de Las Salesas, refleja el alma del barrio con su ambiente distendido, donde confluyen generaciones para compartir tradición y buen vivir.
Una tasca con mucha historia
La Tasca Suprema abrió sus puertas en 1890 como muchas tascas de la época: un hogar y un lugar de encuentro donde se servían auténticas comidas caseras. Más de un siglo después, sigue fiel a sus raíces, manteniendo intactos sus sabores y tradiciones.
Inaugurada el mismo año que el metro de Madrid, su cartelería rinde homenaje a esta historia con su característico diseño en forma de rombo. Su nombre, inspirado en la cercanía al Tribunal Supremo, atrajo a figuras políticas y periodistas, consolidando su prestigio y excelencia gastronómica.




Un rincón centenario con alma madrileña
La Tasca Suprema, un local centenario de Madrid, mantiene viva la esencia de las auténticas tascas de siempre. Sus dos salones, de carácter rústico y acogedor, son el escenario perfecto para disfrutar de su cocina tradicional en torno a la mesa.
El ambiente cálido y desenfadado se extiende hasta su barra, punto de encuentro donde compartir tapas entre amigos o en familia. La decoración respeta la historia del lugar, con paredes de piedra gris rugosa y ladrillo visto antiguo que evocan la esencia de las tabernas madrileñas.
En una ciudad llena de encantos, nuestras puertas siguen abiertas como lo han estado durante más de un siglo, ofreciendo el lugar ideal para conversar animadamente mientras se disfruta de una copa de vino, una cerveza bien tirada y platos que han pasado de generación en generación.
Sabores de siempre, tradición a fuego lento
En La Tasca Suprema reavivamos la esencia de la gastronomía madrileña con recetas tradicionales y productos de primera calidad.
Nuestros platos estrella, como los callos, el cocido de los jueves, la menestra de verduras, los pimientos rellenos de merluza, el pisto con huevo, guiso de rabo de toro o las migas bardeneras, mantienen vivo el legado culinario.
Materia prima excepcional, fuego lento y el auténtico sabor de toda la vida.
